En las últimas clases de Lengua y Literatura, las y los estudiantes de 5º año de ambos turnos escribieron cartas dirigidas a su “yo” del futuro. Luego, cada curso cavó su propio pozo en el patio de la escuela y allí enterraron esos textos, con la promesa de volver a abrirlos dentro de un año, cuando estén transitando el final de la secundaria. Entre mates y facturas, se mezclaron preguntas, deseos, expectativas y propósitos para la persona que quieren llegar a ser. En doce meses la seguimos.
El derecho a aprender y a ser PROTAGONISTAS